La vida y la mercadotencia

Hoy, entre y copa y copa, descubrí con una gran amiga que toda nuestra vida es tan falsa como nuestras creencias más profundas. Preguntaba qué hacia ella si el novio le faltaba y yo le contestaba: como si no hubieras sobrevivido sin él antes. Entonces reflexioné en mi interior.

Y le dije: Ay, Abril, ya maduren. El amor no existe. Es una condicion creada por la mercadotecnia. Como la paz y los demás valores; como winnie the pooh y los pitufos; como shakira y las flans.

Y ella me cuestionó: Como todos nosotros. ¿A caso andas por la vida desnudo como un aborigen? ¿Qué haces en la computadora, invento de hombre blanco?

A lo que ansioso respondí: Vivo mi realidad creada. Con mis necesidades creadas. Con mis falsos etudios creados.

Para esto ella escribía una carta a su enamorado y no pude evitar involucrarla.

"Dile la verdad. Que eres tan falsa como la pluma con que escribes. Que eres polvo compactado. Que eres un protón en el universo"

No continuamos. Dijo que eso era lo que faltaba: un poco de EMOción en la carta.

Pero me hizo escribir. Oh, si. Lo hizo. Sólo me pidió que echara mi veneno lejos de ella.

Verdad. Pero por más tonta que la reflexión parezca andamos vestidos porque alguien más lo dijo; amamos porque a alguien se le ocurrió que era lo correcto; el odio es un pecado porque está escrito en un viejo libro; estudiamos porque alguien estableció que era necesario un título y vivimos acelerados porque alguien creyó que el intercambio comercial era un mal necesario.

Empiezo a creer que todo a mi alrededor es producto de eso. Una falsedad creada como necesidad. Una necesidad vuelta prioridad sin sentido alguno de lo habitual, sin ánimos de seguir creyendo en lo que existe ya.

En fin. Así viviremos mil años más.