La mala suerte me persigue

No puedo creer la tan mala suerte me persigue. El recuento de los daños comienza en Diciembre 9 del 2008 cuando mi querido auto que llevaba un mes de salir de la agencia fue burtalmente chocado por la imprudencia de, bueno, ya saben. Y heme aqui, más de un mes sin auto y todavía faltan 20 para volver a ver a mi amado Cheto.

Unas semanitas después, me encontraba viendo Remi, una serie más vieja que yo, y tranquilamente veía y lloraba junto con Remi cuando mi Home Theatre decidió apagarse y no prender nunca más. Me quedé sin mi juguete de entretenimiento constante, puesto, como todos saben, vivo y muero viendo pelis.

Finalmente, el colmo de los colmos sucedió ayer al medio día cuando unos vándalos, hijos de su madre ( y de su padre también), dueños de lo ajeno, ratas de dos patas y demás "cositas" decidieron robarme desmedidamente mi querida y amada compañera en tareas, en conversaciones, en ediciones, en creatividad descontrolada: mi querida queridisima Laptop. Donde quiera que estés, el cargador y yo te extrañaremos forever and ever.

Por cierto que esta última situación no termina de indignarme porque fue dentro de un lugar donde solía sentirme seguro. Ahora, jamás soltaré a las compus por venir. Ya nada más me puede pasar...espero.